Wednesday, November 21, 2007

Cuento publicado en eraremera.com.ar

Recién termino de repasar un centro de mesa, quedó impecable. Antes venía del televisor y las dos lámparas de pie. Ahora descanso en mi cómodo rincón, debajo de la pileta del lavadero. Los artículos de limpieza que me rodean no siempre me acompañan, claro, se van acabando y la señora los tira. En cambio yo permanezco, trasciendo, me eternizo. No obstante, el deterioro comienza a ganar la batalla.

¿Quieren saber de mis buenos tiempos?… pues bien, así como no me ven, fui parte de una bella remera. Con mi dueña ganábamos la calle al encuentro de experiencias diversas. Yo estaba en la parte de abajo, al frente, pero perdí todo contacto con ambas mangas, el dorso y la parte que estaba justo encima mío.

La verdad es que se extrañan, ¿habrán tenido que terminar limpiando, como yo? la respuesta es irrelevante cuando miro la franela que tengo a mi lado. Ella no entiende lo que es una remera, de hecho no entiende lo que es ser otra cosa.

Cada noche me pide que le cuente historias de bares, de asados, de largos abrazos, de vuelos en picada hasta la alfombra. Y al otro día finge olvidarlas para poder volver a escucharlas. A mí me gusta contarle, tal vez porque en ese instante me siento brillar más que los muebles.

Viso.

10 comments:

Anonymous said...

pucha que la remera la remo en su vida... y es asi la vida... el lugar donde estan los articulos de limpieza, serian para las remeras como un asilo de ansianos... cuando ya no te pueden mantener mas te mandan para esos lugares para que puedas servir en otra cosa


Seria interesante que los venderores de remeras lo tengan en cuanta cuando quieren venderte una... ya que es una funcion que deberiamos tener en cuenta cuando uno compra una de ellas

Anonymous said...

Claro, pero al menos en este geriátrico los viejos trapos limpian. En los otros, hay que limpiarlos a ellos.

Stella said...

Yo tengo una remera que está enojada. Dice que la vida es injusta, pues siempre en lo mejor, la dejamos afuera de todas las jodas!
Qué remera protestona!!

Stella said...

Una cosita al margen, Viso.
Estamos organizando un cadaver exquisito, esos textos compartidos, no se si visye alguna vez uno, y te quería preguntar si te gustaría participar.
En principio lo armariamos entre varios por mail y sería publicado por mi. No en el blog de frases, sino en el otro que uso mas.
Si te interesa te lo explicaría mejor.
Gracias!!

Vicios Creativos said...

Stella, contá conmigo y no está demás decir que de verdad me honra tu propuesta. Ahí estaré!

Anonymous said...
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Stella said...

Ok, yo te aviso cuando esté en marcha, (lunes o martes)asi me mandás un mail y tengo tu dire para decirte que parte te toca.
Gracias!

Anonymous said...

Stella querida, me dice Viso que estará más que atento a las novedades. Su mail figura en la entrada de Tuspupilasgustativas, ahí al lado de la tapa del gas y el medidor de la luz.

Romina said...

Muy lindo cuento... concreto y visual. Es una forma muy buena de animar a un objeto cotidiano, que uno no atiende de forma subjetiva...

Saludos!

Serena said...

Que bonito. Esta vez solo eso. Que bonito cuento.