Tuesday, November 27, 2007

0% algodón.

Me parece a mí, o ya no se ve gente con un algodoncito en el oído? recuerdo perfectamente que en otros tiempos, tanto adultos como niños transitaban la ciudad luciendo unos incómodos tapones blancos en las fauces de sus orejas, en clara señal de haber padecido una otitis.
Hoy volví a ver un señor con un algodón ahí, y rebobiné instantáneamente hasta muchos años atrás intentando recordar al último que había visto en semejante condición.
Qué es lo que sucede? ¿falta algodón? ¿falta otitis? sobran huevos para bancarse el dolor sin ponerse gotas? necesito respuestas. Se las pido por favor, ¿me oyen?

Wednesday, November 21, 2007

Cuento publicado en eraremera.com.ar

Recién termino de repasar un centro de mesa, quedó impecable. Antes venía del televisor y las dos lámparas de pie. Ahora descanso en mi cómodo rincón, debajo de la pileta del lavadero. Los artículos de limpieza que me rodean no siempre me acompañan, claro, se van acabando y la señora los tira. En cambio yo permanezco, trasciendo, me eternizo. No obstante, el deterioro comienza a ganar la batalla.

¿Quieren saber de mis buenos tiempos?… pues bien, así como no me ven, fui parte de una bella remera. Con mi dueña ganábamos la calle al encuentro de experiencias diversas. Yo estaba en la parte de abajo, al frente, pero perdí todo contacto con ambas mangas, el dorso y la parte que estaba justo encima mío.

La verdad es que se extrañan, ¿habrán tenido que terminar limpiando, como yo? la respuesta es irrelevante cuando miro la franela que tengo a mi lado. Ella no entiende lo que es una remera, de hecho no entiende lo que es ser otra cosa.

Cada noche me pide que le cuente historias de bares, de asados, de largos abrazos, de vuelos en picada hasta la alfombra. Y al otro día finge olvidarlas para poder volver a escucharlas. A mí me gusta contarle, tal vez porque en ese instante me siento brillar más que los muebles.

Viso.

Monday, November 19, 2007

Crónica de Viaje.

Vengo de un periplo vacacional que comprendió el noroeste argentino. Entre los muchos parajes que visité, tuve el peculiar honor de hospedarme en un pueblo llamado La Naranja. Sus habitantes ostentan el orgullo de vivir en la cuna del deporte nacional, es decir el Pato, y en lo que a arte culinario se refiere, aseguran que sus ancestros fueron los verdaderos creadores del pato a la naranja.

Esto no es nada, las casas se encuentran distribuidas de un modo extraño, y juro que me gané varias miradas de furia cuando pregunté por qué no las ordenaban en manzanas.

Abandoné La Naranja un tanto perturbado, pero recién a unos kilómetros de ahí fue donde mi capacidad de asombro desbordó: llegué a El Kiwi. Ahí se jactan de ser un pueblo grande donde la vida es muy saludable, tanto que se burlan de sus vecinos cuando, entre risas, gritan que El Kiwi equivale a 20 naranjas.


Thursday, November 15, 2007

Dos mitades no hacen uno.

En Ecuador hay una cancha de fútbol cuya línea central coincide exactamente con la que divide al planeta en dos mitades.
En la tribuna correspondiente al hemisferio norte se distinguen hinchas aplacados, medidos, ayunos de toda urgencia económica. El la opuesta, la hinchada incendia butacas, se trenza a golpes con la policía y orina hacia la bandeja inferior, lo que genera la desaprobación de los norteños: “Y claro… son subdesarrollados.”
En la mitad norte del campo de juego, el césped es una suave alfombra del más vivo color verde. La mitad sur presenta enormes orificios y el pasto mal cortado. Pero eso sí, sólo la tribuna sur ostenta un gran avance tecnológico: La gran pantalla de plasma… en la cual los del norte pueden disfrutar imágenes, juegos interactivos y la información al instante.
La curiosa situación se produce cuando comienza el partido. El equipo que defiende el arco norte, no siempre se atreve a ingresar en los inciertos terrenos del sur, sobre todo en días de lluvia. Por el contrario, los del sur se matan para llegar al área rival, ya que ahí gozan la abundancia del césped antedicho, todo un placer para los botines.
Si pueden, háganse una escapada hasta el estadio ecuatoriano. En el camino escucharán mil anécdotas, pero según quién se las cuente tendrán ganas de conocerlo o de no llegar jamás.

Thursday, November 8, 2007

Asunto de polleras.

Tras su último periplo por el viejo continente, nuestro amigo Harry Verderchi nos deleitó con encantadoras anécdotas provenientes de su bitácora, entre ellas la que narra el momento que vivió cuando necesitó utilizar el baño en un bar de Escocia.
La moraleja no se hizo esperar: "Vayan a Europa dominando un poco de inglés."