De manera inocente o malintencionada (pueden ser ambas, incluso ambas juntas), el anterior "blogger" olvidó describir un detalle importante en la concepción de la pizza: la salsa.
De aquí, puedo acercar algunos consejos útiles de un inexperto.
En tiempos de casas prefabricadas, salidas predancing, niños prematuros y mujeres pretenciosas, es muy común encontrar en las góndolas latas de salsa preelaboradas. Portuguesa, con Albahaca y ajo, Bolognesa... y Salsa para Pizza.
Pronostico una vida de desastres naturales para aquel que riegue una masa de pizza con alguno de estos menjunjes.
Sólo será aceptada una lata de "tomates perita pelados enteros comunes", que será vertida en una bowl. Allí, en frío, añadiremos una cebolla picada, un diente de ajo picado, tres cucharadas de aceite de oliva, sal, pimienta orégano y ají molido a gusto. Los más valientes podrán agregarle cebollita de verdeo picada, puerro, o morrón rallado.
Con esta salsa se pintará la masa que seguirá el camino marcado por mi compañero VSLP en la entrada anterior.
Recomiendo, una vez cocida la masa y antes de agregarle queso fresco o muzzarella, echar perejil picado por encima.
2 comments:
Pues comprometes a un tercero a hablar del queso, a quién solo le dedicas un , "antes de poner el queso". Yo no puedo aportar ningún dato particular, ni siquiera recomendar una marca, imagino que J queda conmprometido. Yo aporto un clásico brasileiro: rociar con aceite de oliva la pizza antes de comerla.
Qué brete el de la muzza... por lo pronto solicito la colacoración de algún maestro pizzero proveniente de las siguientes escuelas: "Las Cuartetas" / "Imperio de la Pizza" / "El Fortín" / "El Cuartito" / "Burgio" y otras que ahora no recuerdo.
En esos establecimientos conocen el yeite, le compran la misma marca al mismo tipo desde hace 85 años. Será como el secreto de Coca-Cola?
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